Entendiendo los aranceles de Trump

 



Hay gráficos que parecen malos para Estados Unidos y otros que parecen buenos. Los aranceles de Trump se centran casi exclusivamente en los primeros. El impacto global causará turbulencias a corto plazo y efectos inciertos a largo plazo, dejando algunos problemas estructurales de Estados Unidos sin resolver. Pero, ¿cuáles son las razones detrás de estos aranceles, qué significan y qué cambios culturales traen consigo?

El colapso de un mercado común


Los aranceles son una herramienta legítima que los Estados utilizan para corregir desequilibrios económicos. Todos los países los aplican de una forma u otra, incluso si algunos, incluido Estados Unidos, han optado por no imponerlos a ciertos socios comerciales.

La Unión Europea funciona como un mercado común, sin aranceles sobre el comercio interno. Las importaciones desde fuera de la UE son gravadas por cada Estado miembro según el tipo de producto o servicio. De manera similar, Estados Unidos creó un mercado común con México y Canadá a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), iniciado por los republicanos en 1988 y ampliado en 1994 y 2020. El mercado norteamericano se convirtió en el tercero más grande del mundo, después de la ASEAN y la UE.

La introducción repentina de aranceles del 25% sobre las importaciones de Canadá y México para casi todas las categorías de productos llevó al colapso de este mercado común, construido por los republicanos durante décadas.


Antes del TLCAN


La decisión de la administración Trump no significa un regreso a la situación previa al TLCAN. El impacto es mucho más profundo.

Antes del TLCAN, Estados Unidos aplicaba aranceles altos sobre las importaciones de México (20-50%) y Canadá (10-40%), diferenciados por categorías de productos para proteger ciertos sectores económicos. Sin embargo, con el TLCAN, las economías de los tres países se volvieron interdependientes, especialmente en sectores como el automotriz, donde piezas y componentes viajan entre los tres países durante el ensamblaje.

La estructura del comercio internacional ha cambiado radicalmente en comparación con el período previo al TLCAN. Hoy, los bienes terminados representan solo un tercio del comercio global, superados por los servicios y los bienes intermedios. Los aranceles no diferenciados del 25% corren el riesgo de perturbar las cadenas de suministro, no solo los mercados.

Canadá ha anunciado que impondrá aranceles simétricos, y es probable que México haga lo mismo. El resultado será inestabilidad en los mercados, pero también un aumento en los ingresos del presupuesto estatal.

Más allá de América del Norte


La primera ola de aranceles afecta no solo al comercio norteamericano, sino también a China. Los aranceles del 10% sobre China, impuestos durante el primer mandato de Trump, se han duplicado. China ha anunciado que responderá de manera similar. Las importaciones de la UE también serán gravadas con un 25%.

Algunos analistas creen que estos aranceles son solo una táctica de negociación y que las discusiones reales sobre tasas y categorías de productos podrían tener lugar en la segunda mitad del año. Este enfoque es inusual en las relaciones internacionales, donde las negociaciones suelen ocurrir antes de tomar medidas drásticas.

¿Por qué los aranceles?


Estados Unidos tiene un déficit comercial creciente, alcanzando un billón de dólares al año. La deuda pública y la deuda externa han aumentado significativamente, aunque otros países desarrollados se encuentran en situaciones similares.

La dolarización de la economía global ha hecho que sea más fácil para Estados Unidos gestionar su deuda externa. Sin embargo, la introducción del euro y los intentos de Rusia, China e India por desdolarizar podrían crear problemas para Estados Unidos.

El déficit comercial es un síntoma, no una causa. Los aranceles, especialmente los no diferenciados, no resuelven los problemas estructurales de la economía estadounidense, como la disminución de la competitividad industrial y los altos salarios. Crear empleos a través de aranceles es una tarea difícil, considerando la fuerza laboral limitada y los altos costos salariales.




Los aranceles como una línea de falla doctrinal


Las causas del déficit comercial son estructurales, vinculadas a tendencias demográficas y al nivel general de la economía. Sin embargo, los aranceles pueden distorsionar los precios de bienes y servicios, reflejando diferencias en las doctrinas políticas y económicas.

Los aranceles son la forma más antigua de proteccionismo, pero otros métodos se han generalizado. Estados Unidos tiene un mercado interno más abierto y menos regulado, lo que lo hace competitivo, pero también menos compatible con los estándares de otros países.

Formas de ayuda estatal


Los subsidios directos otorgados por algunos Estados, como China, hacen que sus productos de exportación sean más baratos, creando competencia desleal. La UE ha impuesto aranceles entre el 17% y el 35% sobre los vehículos eléctricos chinos, incluidos los de Tesla, que se beneficia de subsidios en China.

Las exenciones fiscales y las tasas reducidas para algunos sectores económicos pueden crear distorsiones en el mercado, ofreciendo ventajas competitivas desleales.

Exceso de regulación o falta de normas


Las diferencias en los estándares socioeconómicos justifican algunos aranceles. La UE, por ejemplo, bloquea los productos estadounidenses modificados genéticamente, y la política ambiental de la UE limita el acceso de muchas empresas estadounidenses al mercado europeo.

Por otro lado, en algunos países de Oriente, la falta de estándares mínimos crea competencia desleal mediante la explotación de mano de obra barata o el trabajo infantil. Los aranceles podrían anular estas ventajas competitivas.

¿Cuál es el impacto real de las importaciones en la economía estadounidense?


Las importaciones representan menos del 11% del consumo estadounidense. Muchos productos importados son en realidad de empresas estadounidenses, y una gran parte de su valor regresa a Estados Unidos a través de regalías y otros mecanismos. El déficit comercial sería menor si las grandes empresas no enviaran su dinero a paraísos fiscales.

El fin de la era del GATT


La economía global ha pasado por grandes crisis en los últimos años, y el impacto de los aranceles de Trump puede ser limitado. Sin embargo, estos aranceles ilustran un cambio cultural en las relaciones internacionales.

La historia ha visto aranceles altos, pero no de manera tan amplia e inoportuna. El uso juicioso de los aranceles estaba regulado por el acuerdo del GATT, base de la OMC. Las decisiones de Trump afectan no solo al TLCAN, sino a todo el sistema de regulación del comercio global.

El desvinculamiento de Estados Unidos de organizaciones internacionales, incluyendo la OMC, la OMS y la OTAN, es un fenómeno que afecta al sistema internacional. Preservar y reconstruir este sistema sigue siendo un gran desafío.


Texto detallado en revista CULTURA

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